...una carta al despido...


Que palabra mas triste...adiós.

Palabra hecha de un poco de aquel ser omnipotente y aquellas musas tan inimaginablemente fantasiosas...

Quisiera cambiarla por un hasta luego, por un nos vemos al rato, pero hay caminos que no vuelven atrás, hay algunos otros que se enredan y forman serpientes de las cuales nunca se sabe donde comienza la cabeza y termina el rabo.

Recojo mis maletas, llevo dos mudas de ropa y un monton de papeles, cartas que me han escrito amores antigûos, otros lejanos; unas de cumpleaños, otras de cuadernos del colegio, aquel lugar donde jugábamos a ser niños por siempre, a ser amigos y compañeros de clase, me llevo dibujos que alguna vez estuvieron pegados al refrigerador, dibujos producto del ocio y la imaginación.

Que tiempos aquellos...

Me llevo recuerdos, momentos pegados con alegría al albúm de mi memoria, que sus páginas bien guardo del olvido amarillento. Amenazante de llevarse entre el viento inquieto se abrió la ventana de mi cuarto, que me daba visión directa al firmamento, que con solo empinarme alcanzaba los cielos.

Cierro la maleta y salgo de la habitación, me detengo bajo el marco de la puerta...

Veo rincones silenciosos donde alguna vez organicé reuniones secretas con amigos que mi madre nunca vió, que la madurez borró de mis tardes de verano. Dejó sábanas blancas que alguna vez me protegieron de dragones y demonios, aquella cueva donde horrores se escondían llamada closet, de donde se asomaban figuras espeluznantes por las noches.

Me voy del cuarto y llego a la sala...

Recuerdo citas, amorosas unas si acaso entonces sabía lo que era amor, amistosas porque para ser un gran amigo no se necesita gran conciencia; fiestas y compinches, guerras de almohadas, espiches en el sofá mientras buscabamos cosquillas en las costillas de quien se encontraba al lado.

Me ataca la melancolía...

En la terminal me despiden mis amigos y todos mis familiares, los vecinos y aquellos que de niños jugaban conmigo.

Espero pronto me visiten a mi nuevo hogar, que buscaremos la forma de burlarnos de la distancia, del tiempo y acortar los adioses.

Esta es mi carta, una carta al despido.

Ciul

1 comentarios:

svigle dijo...

no es por nada, pero demando una explicación.