...dulce espera...

Un día cualquiera

en que jugabamos a ser felices.

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Corríamos tras la vuelta

de las manecillas del reloj.

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Te escondiste claramente

tras la puerta

dentro de mi corazón.

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Y te esperé todo un día a que salieras

y nunca saliste,

me quedé en dulce espera.

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Hoy parece que perdí las llaves

y encerrada te quedaste

en dulce espera, a que entrará a buscarte.

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Dulcemente esperamos cada uno al otro

juntando segundos sobre las horas

creando castillos de recuerdos

tan fuertes como para luchar contra el paso del tiempo.

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Ciul