...oh triste humanidad...

Despierto ante un enorme barranco
me levanto cayendo de mi cama a un desierto en soledad
abro mis alas hacia una libertad constantemente distante
gaviota he sido todo este tiempo
y me he dado cuenta que debí haber sido pez.

Cansado del vuelo entre cielos de marfil
me dejo caer aun azul inquieto
aleteo y respiro burbujas de humanidad
mis anhelos no encuentran fondo
mis sueños antes firmes como el metal se empiezan a oxidar
salto entonces de la pecera al papel.

Se hace la noche y me hago poeta
invocador de sus propias bestias que rondan por su cabeza
forja su espada y atraviesa el pergamino, haciéndose camino
entre letras y escritos, entre rimas y versos
se mata al talento, y se vuelve a empezar.

Me hago hombre entonces para poder pecar
morder la manzana y temer al castigo infernal
ser hijo de un ser divino y tomar el regalo
que se le es dado,
amar con libertad.

Dime oh triste humanidad
qué será de tu finalidad
que se transforma cada día en una nueva quimera
dime aquél sueño humilde
en qué vieja biblioteca fué a parar.

“…en busca del fin del tiempo se hace el humano más mortal…

Ciul